Gran Meliá Palacio de Isora

Experiencia espectacular desde la llegada hasta nuestra triste despedida. Sobre todo agradecer el magnifico trato de Saul , Jacobo y Alberto estos dos últimos en el bar piscina que hacen un trabajo espectacular tanto en atencion como en elaboración de cocteles y la gran profesionalidad de Saul a la hora de recomendarnos los restaurantes para nuestras cenas y almuerzos . Da gusto pasar unos dias en un hotel con tan buenos profesionales y unas instalaciones maravillosas . Ya tengo fecha de vuelta.

Nos encantó el hotel por sus instalaciones y por la gran variedad de comida . Súper importante remarcar que lo que hace especial la estancia en el hotel son los trabajadores . Un equipo increíble de personas amables y simpáticas . Comenzando por Aaron el chico de la piscina con las toallas siempre un encanto. Jacob y Alberto lo más de lo más en el bar de la piscina . Alice, que decir de ella… todo un encanto nos ayudó con todas las reservas de las cenas y siempre con una sonrisa . Ane Gil como le llamábamos nosotras la caperucita roja lo más valioso de ese hotel. Todos los días con detalles que marcan la diferencia y te recuerdan que estás en una gran cadena hotelera . Gonzalo en Pangea un encanto . También comentar la amabilidad de los chicos de mantenimiento de las piscinas, todo súper limpio y Manuel súper agrádable y simpático . Los chicos del bar de la noche súper atentos y amables, Carlos y alejando . Anastasia una persona con la que puedes charlar con ella horas y sentir que fue algo breve y fugaz . Volveremos sin duda por la Gran GRAN ATENCIÓN .

We had a 10 night stay, bed and breakfast. The hotel is beautiful and the staff cannot do enough for you. We’ll definitely be re visiting.

Estuvimos tres noches y nos encantó. Las vistas, las piscinas climatizadas y la infinity, el personal, la comida, el servicio. Solo pondría dos pegas. La primera que, en comparación con otros Gran Meliá en los que nos hemos alojado, el servicio Red Level me pareció escaso. Si bien es cierto que el desayuno es fantástico, el lounge carece de bebidas (excepto aguas de sabores) y de snacks variados (solo había bollería) durante todo el día exceptuando una hora (de 17 a 18). En otras ocasiones he sentido el RedLevel como un aliciente bastante superior a no tenerlo. Sin embargo, en esta ocasión, no me sentí como un cliente especial, que es lo que siempre me ha hecho sentir Meliá. Por otra parte, la animación infantil me resultó más escasa de lo que esperaba. Si bien es cierto, que el tiempo que estuvo mi hija, lo disfrutó mucho.

Uno dei migliori alberghi che abbia mai visto