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Considerada una de las ciudades más bonitas de Alemania, a nadie le extraña que sea popularmente conocida como la ‘Florencia del Elba’. La riqueza de sus bienes culturales es sencillamente espectacular.
La Florencia de Alemania
Tras quedar destrozada en la II Guerra Mundial, Dresden consiguió resurgir de sus cenizas y recuperar su esplendor. La iglesia de Frauenkirche, ubicada en la plaza de Neumarkt, es el símbolo de esa reconstrucción. La Ópera de Semper, la Staattskapelle y la Filarmónica, convierten a Dresden en un destino obligado para todos los melómanos. También es imprescindible la visita al Zwinger, un complejo de palacios de arquitectura barroca. Los amantes del vino pueden disfrutar de la producción vitivinícola a las orillas del Elba. Hacer un crucero por este río es una forma muy relajante de descubrir la cara más desconocida de Dresden.