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¿Playa o montaña? ¿Senderismo, golf, actividades acuáticas, ciclismo o simplemente relax? ¿Te gusta la arena o prefieres las calas y los acantilados? ¿Eres de pequeños pueblos pintorescos o más de ciudad? No hace falta que elijas. Esta isla del Mediterráneo lo tiene todo.
El lujo de lo sencillo
Bienvenidos a la isla de los pequeños placeres. Si vas a viajar a Mallorca un buen plan es empezar a descubrirla desde su cosmopolita capital, Palma. La fachada marítima de la ciudad es espectacular. En ella destacan su majestuosa Catedral, el Castillo de Bellver, la Lonja y el Palacio de la Almudaina, entre otras muchas joyas arquitectónicas. Otro magnífico plan en Mallorca es perderse por cualquiera de los pintorescos pueblos que se esconden en las montañas de la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Unesco. En Deià, Sóller, Pollença, Valldemossa o Banyalbufar se respira autenticidad y podrás probar la ensaimada, el dulce más típico de la isla. Lejos de las montañas, en el sur, Cala Figuera o el Parque Natural de Mondragó son auténticas postales. Ver la salida del sol desde Playas de Muro o el atardecer en Es Trenc son experiencias que no olvidarás. ¿Preparado?