AccesoAcceso
Fenicios, romanos, cartagineses y árabes han dejado huella en esta ciudad española del norte de África. La mezcla de culturas y las cálidas aguas del Mediterráneo le dan un aire muy especial y mágico.
Entre baluartes y aljibes
El casco antiguo de la ciudad, conocido como Melilla La Vieja, es una de las ciudadelas amuralladas más grandes de España. En él destacan la Capilla y el Hospital y Botica de San Francisco. A través del Museo de Arte Sacro de Melilla se accede a Las Cuevas del Conventico, unas antiguas grutas naturales que antiguamente fueron utilizadas para esconderse y posteriormente, para conservar víveres al fresco. Estas grutas son Bien de Interés Cultural, igual que el Faro de Melilla, de 40 metros de alto. Visitar la ensenada de la Galápagos, una preciosa playa ubicada en el centro de la ciudad y con aguas muy claras, es otro estupendo plan para aprovechar al máximo tu estancia en Melilla.