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Como no podía ser de otra manera, la hermana pequeña de Yakarta es una ciudad joven y dinámica. En pocos lugares del mundo el caos resulta tan exótico como en esta población de la isla de Java donde todavía reina un Sultán.
La animada vida de un sultanato
Si vas a viajar a Yogyakarta debes saber que el patrimonio arquitectónico y cultural de esta ciudad es espectacular. Es magnífico ver salir el sol desde el templo budista de Borobudur o pasear en bicicleta por el complejo de templos hindúes de Prambanan. Ambos reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El tiempo se detiene en el Palacio del Sultán y no para en la animada calle comercial Malioboro, donde podrás realizar compras y sentir el vibrante latido de la ciudad. Si aún te quedan fuerzas, al atardecer, podrás recorrer el parque Alun Alun subido a un odong odong, unos simpáticos coches con luces de colores. En el parque, también podrás someterte al peculiar test de los árboles mágicos que te revelarán si tienes el corazón puro. ¿Preparado?