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La capital de los Países Bajos tiene un patrimonio artístico y arquitectónico espectacular. Su cultura liberal y talante tolerante, ecologista y poco convencional la convierten en una ciudad tan diversa y bohemia como única.
Luces de bohemia
La ciudad más popular de Holanda tiene 100 kilómetros de canales. Hacer un crucero fluvial para recorrerlos es una idea genial para descubrir algunos de los más grandes y espectaculares como Herengracht, Keizersgracht o Prinsengracht. La bicicleta es una de las señas de identidad de la ciudad. Un fantástico medio de transporte para descubrir Bloemenmarkt, el mercado de las flores y sus tiendas flotantes, o para llegar hasta la casa museo donde Ana Frank y su familia se ocultaron de los nazis. En el distrito de los museos, destaca el Museo Van Gogh, que aglutina la mejor colección de arte de este artista postimpresionista nacido en la ciudad. Otras visitas imprescindibles en Amsterdam son el barrio bohemio de Jordaan, con sus calles laberínticas, estrechas y algo lúgubres, o el barrio Rojo, donde todo es posible de noche.