Opiniones de Sol Barbados

Magnifico hotel con una ideal ubicación, habitaciones amplias con una esmerada limpieza. Una restauración muy variada y apetitosa cada día, con un personal super amable y atento en todo momento. Quiero tambien destacar y agradecer la amabilidad que tubo D. Borja Martinez (Guest Service Manager), en la localización de un libro electrónico que me deje en el hotel olvidado, y encargarse él personalmente en remitirmelo a Zaragoza donde yo resido. Han sido unos días maravillosos los que hemos disfrutado en este estupendo y agradable complejo hotelero que no olvidaremos.

Excelente el trato de todo el personal. Un bufet, variado y de excelente calidad. Limpieza de la habitación muy buena, como pega que para el inserso habitación con bañera, no es aconsejable . Por lo de más muy muy bien.

El servicio y la atención buena Las habitaciones, al menos la que a mi me ha tocado, impropia de un hotel de 4 estrellas, vieja y pequeña, completamente vacía de muebles accesorios, el baño pequeño y viejo, con bañera y una manpara pequeña que te obliga a ducharte arrimado a los grifos, pero sin duda lo peor la falta de intimidad e insonorizacion, separada interiormente de otra habitación por una puerta lo que hace que se escuche cualquier conversación, medio audiovisual como si estuviese en tu habitación. Escasez de Ascensores para el número de habitaciones.Asi es que se encuentren personas por la escalera continuamente. La ubicación en temporada no alta, decepcionante, no hay actividad alguna en sus inmediaciones y los paseos nocturnos se vuelven temerosos.

Encantada con el hotel sol barbados y su alrededores mis hijas disfrutaron muchísimos y muchas actividades en familia sin duda volveremos a repetir la comida atención limpieza todo súper bien muchas gracias

Viaje del IMSERSO. Me ha sorprendido la atención de todo el personal del hotel, amabilísimo en todos los departamentos, siempre sonrientes y dispuestos a ayudarte en todo. Comida correcta, variedad y calidad más que aceptable. El único pero es la ubicación, dado que queda justo en el final de Magalluf, a cierta distancia de la zona de ambiente.